Construcción del Burj Khalifa, el Edificio Más Alto del Mundo
Burj Khalifa es un enorme complejo multi-uso y epicentro de un desarrollo más complejo conocido como Downtown Dubái. Es el edificio cuenta con 828 metros de altura, consiguiendo ser así el reconocimiento al edificio más alto del mundo y que más plantas posee, sumando en total 163 pisos. Sólo 160 de estos pisos son habitables, encontrando entre ellos 49 para oficinas de grandes multinacionales y 61 para apartamentos residenciales, pudendo subir y bajar a todos ellos a través de 57 ascensores. En la planta 124 encontramos un balcón abierto al público que ofrece una visión de 360 grados de toda la ciudad de Dubái y cuyo nombre es “At The Top”. En las 39 primeras plantas podremos encontrar un lujoso hotel constituido por la famosa marca de moda Armani, siendo éste el primer hotel que abre. A parte, existen 700 apartamentos privados de lujo para los quisieran vivir con esas maravillosas vistas.
Si logramos meternos dentro de esta gigante construcción, podremos ver que su estructura de acero es toda una innovación de la ingería, ya que al no haberse construido nunca antes un edificio tan alto no se tenían referencias anteriores. Dicha estructura se construye de acero debido a las múltiples cualidades de este metal, ya que es capaz de aguantar mucho peso y presión sin llegar a resquebrajarse, lo cual lo hace muy resistente a las construcciones con altura.
Los muros construidos se revistieron con piezas de aluminio, acero y vidrio, colocadas hábilmente para poder resistir las altas temperaturas que hay en el desierto de Dubái. Casa panel colocado en la fachada se elaboró con aluminio y acero texturado para que la temperatura del interior del edificio fuera agradable para el visitante. La construcción de la cristalera de vidrio que hace que el edificio sea único. El vidrio que se utilizó consta de dos caras, una interna y otra externa. La parte externa se recubrió de una delgada lámina de metal que haciendo que los rayos ultravioletas revotaran y no se introdujeran en el interior del edifico, consiguiendo así no sobrecalentar el interior del edificio. Por otra parte, en la parte interna del vidrio se recubrió con otra fina casa pero esta vez de plata, para conseguir proteger el interior de la radiación infrarroja que se reflejan en las arenas del desierto. Con estás innovadoras técnicas, se conseguía que traspasara la luz del sol pero no el calor.
